sábado, 13 de enero de 2018

EN EL PORTAL DE BELEN

THE NEW LHORK HERALD TRIBUNE

NODO LHORK: ¡EN EL PORTAL DE BELÉN...



Erre que erre.– Por fin, tras superar el peligroso trauma del doble cambio de siglo y milenio (hay que ver a qué velocidad corren últimamente los tiempos... Un siglo entero y un milenio transcurridos en un suspiro, y nosotros aquí, vivitos y coleando, después de mil años), y después del esperpéntico y bochornoso espectáculo de ver a esos inefables Circuleros, supuestamente salvadores de la patria fanzinera, poniéndose en tiempos navideños y entrañables hasta el último pelo de comida y bebida, no me resta más remedio que poner manos a la obra y denunciarlos de nuevo ante el pueblo soberano por su insistente persistencia en conseguir el dominio del mundo a través de la santa palabra de Trados el Conquistador y su profeta San Lhork de Arenjun, que en santo barril de LhorkRioja descanse. ¡Por favor, que alguien los detenga!
Una vez más, al amparo de las sombras y de la oscuridad de la noche (en realidad fue al mediodía, pero, ¿a que así resulta más efectivo?), deslizándose por los lóbregos callejones de Dridma para llegar a su oculto destino, se reunieron los conspiradores para celebrar una nueva comida veraniega, bajo la amenaza del mal tiempo que el maldito Aryhusek intentaba provocar para estropear el feliz picnic. No faltaron las chanzas contra éste y sus lupinos wulfrers, empeñados a toda costa en fastidiar el evento.
Aunque no se ignoraba que este festejo iba a ser especial, pues el insigne Presi iba a hacer un importante anuncio, resultó, cuando menos chocante, verle aparecer con un cochecito en el que yacía, feliz y contento, el más joven miembro del Círculo de Lhork: Rodrigo I el... Bueno, sólo ronda el mes, así que aún hay tiempo para determinar si es el Magnánimo, el Justo, el Hechizado, o vaya usted a saber qué...
Parece un hecho evidente que este tierno infante tiene ya asumida su herencia, ya que, a lo largo de toda la comida,a  pesar de las voces estentóreas y las tonterías varias, no dijo ni una sola palabra, ni rompió a llorar: ¡vive Dios que es recio este Rodrigo I!
Se brindó, como viene ya siendo habitual, por los presentes y los ausentes, que, en esta ocasión, resultaron ser piezas inestimables del engranaje de la fanzinera organización: Red Sara (de nuevo, la gran batalla del principio de milenio queda postergada: ¿percibo acaso algún tipo de conjuro por parte de Morgana para evitar el duelo, o quizás algún miedo oculto por parte de la feroz guerrera maña?), Luigi el Condottiero (a cuyos dedos de ametralladora habría que ponerles un candado a juramento del Presi, a quien entre todos tienen abrasado a relatos y artículos), y el profesor Osuya (ilustre y preclaro exponente de la rama más comiquera del grupo reunido bajo el estandarte del Círculo de Lhork). No faltó el recuerdo hacia el estimado Juan Carlos que, seguramente, agradeció desde su castillo allá, en el Walhalla.
Debido a la aparición del heredero a la corona de Dridma, Rodrigo I el ?, se desataron los rumores acerca de su destino: se rumoreó acerca de la conveniencia de asignarle unos consejeros adecuados, por ejemplo Morgana y el profesor Sartorius, que le dieran una educación exquisita y una visión, digamos, más acorde con los tiempos que corren que la que le daría su excelso progenitor.
Ante las veladas amenazas que los grupos Ultralhork, mayoría en esta ocasión frente a las fuerzas imperiales, dejaban entrever para fundar el Reino Independentista de Castilla Lhork con una sucursal bancaria en la República Secesionista de Pucelhork y, en última instancia, el Reino Libertario de Lhork o, aún más grave, el Estado Anárquico de Lhork, el austero Rex Imperator (Non, gratia) decidió tomar las armas y pasar al contraataque, amenazando a su vez con formar una brutal guardia pretoriana con el grupo más demodé y casposo de todos los tiempos: Tamara la Nueva y Margarita la Vieja, Leonardo Dantesco, Tonino Genil (¿Y por qué no Guadiana?), Loli Álvarez y Arlequín Tin Tin. Ante tal decisión, la rendición fue unánime e incondicional.
A continuación, a medida que iban cayendo los litros de LhorkRioja, comenzaron a surgir las nuevas ideas para un radical cambio de rumbo en la marcha del Círculo de Lhork, a saber: la inevitable insistencia con el especial Erotic Fantasy; otra sugerencia acerca de un especial JoJavi que Ve lo que Puede, debido a su luminaria e inventiva en lo que a chistes, chascarrillos y otras chanzas se refiere; la celebración del concurso “El Gran Lhorkiano”, una novedosa forma de entender este tipo de programas; la apertura de un parque temático de Lhork, en el que se pueda visitar ese mundo onírico-delirante en el que se dan cita las criaturas más extrañas con personajes aún más estrambóticos, de nombres tan enrevesados que son casi impronunciables; la creación de la tarjeta Visa Lhork, para poder pagar cualquier cosa en cualquier lugar, y que además sigas teniendo el mismo saldo en la cuenta que tenías; la puesta en marcha de un ejército profesional, bajo el lema “¡Trados te necesita!”, escrito en la parte inferior de un cartel en el que aparecería el insigne Rex Imperator señalando al frente con mirada ceñuda; la puesta en circulación del Lhorker Bra, un revolucionario invento para hacer que las mujeres estén más bellas; y, por último, la creación de la Red de Redes, el Gran Hermano de Orwell, InterLhork.
A todo esto, entre medias de estos desvaríos y la comida, ésta fue amenizada por las bromas de Javierix, al que se le había ido la mano, como viene siendo costumbre, con el LhorkRioja, y de nuestro inefable Legionario Estelar, que nos hicieron pasar un buen rato.
Al final de la comida, hubo regalos para todos por parte del Presidentísimo, y a su vez para Rodrigo I el ?, cosa que llenó de orgullo a su real progenitor. Después, para escarnio de los presentes, se procedió al rutinario reparto de pescozones y broncas varias debido a los desatinos cometidos en la creación de los personajes del mundo de Lhork. Nadie se libró de tal andanada, lo que hizo suponer a este que suscribe que podía tocarle en breve, así que empezó a tomar en serio la posibilidad de poner pies en polvorosa para poder relatar las detestables intrigas de esta pandilla de conspiranoicos circuleros; mas, por suerte, nadie se fijó en mí, tal vez porque me había camuflado previamente, confundiéndome con la pared y “levantando” lo que buenamente podía para no morirme de hambre, por lo que pude seguirles, cuaderno de notas en mano, hasta una cafetería en la que se tomaron unos refrescos antes de dispersarse como hojas al viento en una tarde en la que hacía bastante calor a pesar de no hacer un sol de justicia.
Y así, desvelando los sucios manejos de estas gentes que se las dan de normales ante el resto del mundo, se muestra su verdadero rostro, el de enviados de Aryhusek que pretenden poblar la tierra de wulfrers y otras temibles criaturas. Y sólo yo me alzo, como impenetrable barrera, entre ellos y sus víctimas; sólo yo, Conan el Bárbaro. ¡Por Crom, Mitra, Asura e Ishtar que no han de salirse con la suya!
The Pucelan Brothers.


Nota de la redacción: ¡Que sí, que terminaremos cazando a ese bandarra que se hace pasar por articulista! ¡Les ruego por favor que no envíen más cartas a esta redacción pidiendo la cabeza, la oreja, ni ninguna otra parte del cuerpo del interfecto!
            Ya tenemos tras su pista a los más insignes investigadores y rastreadores de la historia, lo más mejores, los más increíbles, los... Bueno, Sherlhork Holmes, Indiana Lhorkes, Lara Lhorkt, Caballo Lhorko, y el mejor de todos ellos con diferencia: ¡ShreckLhork!
            De todas maneras, hay que reconocerle ingenio al chico: esta vez, para enviarnos el artículo que han tenido ocasión de leer se ha servido de un sistema tan antiguo como eficaz: las señales de humo. No contento con contaminar el aire que respiramos, además se las ingenió para formar en el aire todas y cada una de las letras y caracteres del texto, lo cual, como pueden suponer, le tuvo que llevar mucho esfuerzo y, sobre todo, mucho tiempo. Seguros de que buscando el origen de las señales conseguiríamos localizarle, nos pusimos en marcha para llegar hasta un descampado árido y yermo, en cuyo centro, humeando más que la pipa de un indio o el tubo de escape de un coche de hace cien años, localizamos una extraña máquina que aún hoy día estamos intentando desentrañar: compuesta por una serie de tubos de plástico, una larga manguera conectada a Lhork sabe dónde, un recipiente dónde parecía formarse el humo, y una enorme parrilla donde, laboriosamente, había conformado todo el alfabeto cristiano, el cirílico, el sánscrito, el rúnico, el árabe, el chino y el japonés.
            Apoyada contra la máquina reposaba una piedra grande y lisa, donde, a golpe de cincel, nuestro antiguo articulista había grabado el siguiente texto: “¡Ja ja ja! ¿Creíais que ibaís a pillarme tan fácilmente? Mientras vosotros estáis aquí perdiendo el tiempo, yo me estoy infiltrando sibilinamente en la redacción y dedicándome a robaros todos los números de Weird Tales de Lhork que pueda encontrar. Ah, y de paso, si se tercia, el carnet de algún miembro del CIO. Suyo afectísimo,

Jack el... (Esto habían intentado borrarlo, pero aún se podía leer). D’Articulan el Mosquitero”.

            

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